13. HABITACIÓN DE ÉL. INT. MEDIO DÍA

 

La madre de él recorre un corto pasillo y  abre la puerta.

 

                                   Madre de Él (de forma autoritaria)

 

Buenos días. A las dos y media comemos. Esta tarde salgo al cine. Este es tu plan de trabajo

Le deja una nota en su mesilla.

 

Se despereza. Enciende el móvil. Un tenue sonido le anuncia un mensaje. Es

 

el mensaje de Ella

           

                                    Mensaje en el móvil

 

SOMOS

 

Una sonrisa y una plácida satisfacción aparecen en su cara. Lee lo entiende y piensa: (leyendo sus pensamientos)

Una sola palabra lo dice todo, dos oes y dos eses, la o es posesiva, es un círculo, cada ese tiene dos semicírculos, con las dos eses se pueden hacer dos círculos, con los dos círculos de las oes y los dos que se pueden formar con las eses tenemos cuatro oes en una sola palabra, no puede ser más claro, posesión, encierro, acaparamiento, complicidad, compartimiento, disfrute, gozo.

13.b  Él respondiendo

 

Entendió su mensaje, dio a responder y escribió:

 

                                   Él (escribiendo y pensando)

                                   Escribiendo

la n, la u, la e, la s, la t, la r, la o, la s

                                   NUESTROS (aprieta enviar)

                                  

 

Él (pensando)

Podía contestar NOSOTROS. SOMOS NOSOTROS. Pero no, hay más deseo en su mensaje, hay más posesión, estamos más unidos.

Somos nosotros, ya lo sabemos, ahora tenemos que dar un paso más, el paso dado esta noche: somos nosotros para nosotros, no para darnos a conocer al resto, sino para disfrutarnos, somos para nosotros, no para los demás, somos…

 NUESTROS.

Dos palabras encierran nuestro secreto. Dos palabras encierran nuestro mundo.

Madre de Él (con cierto enfado, pasando delante de la habitación)

           

Pero bueno, ¿no podéis dejar el móvil ni un momento?

 

Él (con parsimonia, camino del servicio)

 

Nos estamos dando los buenos días.

 

Madre (desde la cocina)

 

A ver cuando la traes y la conozco.

 

Él (desde el servicio, orinando)

 

No te preocupes. Cualquier día nos sorprenderás en la cama. No te asustes ¿vale?

Madre (cocinando)

 

No me asusto, ya lo sabes. Lo único que me asusta es que no pases la aspiradora.

Él (lavándose y mirándose en el espejo)

 

Tranquila.

 

 

 

Madre

 

¡Ah!, llamó tu padre. Quiere verte.

 

Él (camino de la cocina)

 

Yo no.

 

Madre

 

Ya, ya. Pero tendrás que verle. La vida es muy larga. No puedes continuar así.

                                   Él (llegando a  la cocina y haciendo una carantoña a la madre)

                                   Iré a verle, no te preocupes, todo llegará.