12.
HABITACIÓN DE ELLA. INT. MEDIO DÍA
La madre (abriendo la puerta)
Buenos días hija, ya es la una.
Panorámica
de la habitación. Ella estirada, las sábanas arrugadas.
12.b La
madre recordando.
Antes de terminar la frase, antes de soltar
el manillar de la puerta, ya lo ha descubierto todo. La vino a su mente en un
instante, un instante de recuerdos inmensos. La cama revuelta, revuelta como no
lo había estado nunca, las sábanas desordenadas, sudorosas, arrugadas,
aplastadas por el peso inconfundible del amor, el calor inusual de la
habitación, el aire cargado y sobre todo ese olor inconfundible, el olor del
que tantas veces había disfrutado ella, el olor al calor de dos cuerpos
extremadamente juntos, al sudor del amor... y por si fuera poco la placidez en
su rostro, nunca la había visto así, tan dormida y tan despierta, con los ojos
aún cerrados y con la expresión en su rostro como
si los tuviese
abiertos. El rostro de ella la delataba, era imposible manifestar una
satisfacción tan grande, una relajación tan plena, una ausencia absoluta de
preocupación de temor o de
duda: la tranquilidad total, la satisfacción absoluta, el amor pleno.
Paritorio.
Imágenes de un parto. Imágenes en blanco y negro. Llanto de la niña
al nacer.
La niña
sobre la tripa de la madre. La felicidad de la madre.
Apuntes12.b
12.c En la
habitación nuevamente
Madre
(preguntando al tiempo que se sienta en la
cabecera de la cama)
¿Qué tal hija?
Ella
Muy bien, mamá.
Se abrazan
como no se habían abrazado nunca, se aprietan con tanta fuerza
que las
lágrimas tientan por aparecer en el rostro de ambas, no son necesarios
más
comentarios. La hija escondida en el pecho de la madre, la madre
acariciando
la cabeza y el pelo de la hija, examinando uno a uno los rincones
más
ocultos, sus pensamientos más íntimos,
disfrutando de la intimidad del
momento.
Madre
Que seas feliz
Ella
Gracias, lo soy.
Se separan como quien no quiere separarse, lentamente,
mirándose y
diciéndose todo con la mirada.
Madre
¿Cuándo nos
le vas a presentar?
Ella
Esta tarde. Le he
dicho que venga esta tarde. Quiero que vea nuestra casa con la luz del día