S-86. Interior del barracón donde duerme Martín.
Noche.
Martín está tumbado en la cama. Solo tiene puesto el calzoncillo. Esta
mirando al techo que está sucio, con grietas. Hay una bombilla vieja, una
polilla se acerca a la bombilla y sale corriendo.
Toni, entrando en
su habitación, en pantalón corto y con el torso descubierto.
Martín…, cuenta.
Martín no puede responder. Está ido. Toni se sienta en la cama a su
lado, le observa, insiste.
Toni.
¿Qué ha pasado
Martín?
A Martín no le salen las palabras.
Toni, preocupado le agarra de los brazos, le incorpora el
tronco.
Contesta, coño. Di algo.
Martín sigue mudo. Se refleja en su cara la angustia
Toni, le zarandea.
¡Joder Martín habla!
Martín se levanta y da una patada a las botas.
Martín
¡Me cago en la madre que les
parió…! Se han llevado mi cartera!
Toni.
¿Tu cartera?
Martín, dando golpes a en una estanteria
¡Cabrones! ¡Me han quitado la
cartera con la foto!
Toni.
¿Qué foto?
Martín.
¡La de mi hermana joder!
Toni.
Tranquilo, a ti no te ha pasado
nada.
Martín.
¡La foto de mi hermana en manos
de esos cabrones!
Toni.
A tu hermana no la van a hacer
nada. No está aquí. Es una foto. No te la van a follar.
Martín.
Se harán pajas los cabrones.
Toni, moviendo la cabeza.
¡Joder, Martín!
Martín da vueltas por el cuarto, golpea una estantería donde hay cajas
de zapatos.
Martín, excitado.
¡Joder, joder! Y los cabrones
de los conductores desertaron.
Toni, acercándose a la estantería y sujetándole.
Porque son saharauis
Martín, deshaciéndose de Toni y retándole con la mirada.
Porque son unos traidores.
Toni, agarrándole nuevamente.
Porque están en su país.
Nosotros somos los que no teníamos que estar aquí.
Martín se deshace de Toni bruscamente y da una patada en la cama. Toni
intenta acercarse nuevamente, Martín lo impide con sus brazos.
Martín, burlándose.
¡Que dices! Pero tú que dices,
si eres un cobarde que ni juro bandera.
Toni, acusándole y haciéndole frente.
Y tú eres muy valiente… con los
oprimidos.
Martín, apartándole.
¿Oprimidos? ¡Asesinos y
desagradecidos!
Toni.
No mataron a nadie.
Martín.
A ti te quería haber visto yo
allí, entre las bombas y las ametralladoras.
Toni, mirando fijamente a Martín a los ojos.
Si hubiese estado allí. ¿Sabes
que habría hecho?
Martín, dándole la espalda.
Cagarte. Como siempre.
Toni, haciéndole girar.
Mírame, no te escondas. Si
hubiese estado allí. Sí el Teniente me hubiese mandado matar a los saharauis,
sí me hubiese visto en una situación en la que me hubiesen obligado a disparar,
si no hubiese tenido ninguna otra salida, yo hubiese disparado también a matar.
(Bajando la voz) Pero…, yo…hubiese matado… al Teniente...
Martín, se retira, se queda por unos momentos perplejo, mira a Toni
con asombro. Mueve la cabeza a un lado y otro, como sin creer lo que está
escuchando.
Martín.
Estás loco, tú eres español.
Toni, acercándose y
ratificándose con firmeza.
Yo mataría a mi enemigo…al
Teniente.
Martín, retrocediendo y moviendo la cabeza.
¿Túuu? ¿Túuu? ¡Matar tú al
Teniente, si no eres capaz ni de follarte a la estanquera.
Toni, lanzándose hacia Martín.
Tú te follarías a tu hermana,
cabrón.
Martín, empujando a Toni y agarrándole del cuello.
No mientes a mi hermana o te
doy dos hostias.
Toni, aguantando las manos de Martín en su cuello y desafiante.
Sí…, mucho pudor con tu
hermana…, pero tú bien que te follas a las hermanas de los demás.
Martín, le suelta desconcertado.
¿Qué dices, gilipollas?
Toni, empujándole.
Tú lo sabes bien. Como sabes lo
que haría el Teniente con tu bollete.
Martín, exaltado y levantando la mano.
¡Calla!
Toni, seguro y con tranquilidad.
Sí, lo sabes.
Martín, amenazante.
Calla.
Toni.
Anda, dame, haría lo mismo que
con las niñas…
Martín, dando otro puñetazo en una estantería y rompiendo
una caja de botas.
¡Callaaaa!
Toni.
Tú lo sabes.
Martín.
¡Noooo! ¡Yo no sé nada!
Toni.
Yo te vi… Te vi bajar del coche
del Teniente y meterte en la jaima de
Martín
Callaaaa.
Toni.
Te vi bajar a ti. Y vi subir a
la niña.
Martín.
Calla.
Toni.
Tendría la edad de tu hermana.
Martín, moviendo la cabeza, gritando y agarrando el cuello de Toni con
sus manos.
¡Callaté o te mato!
Toni, se suelta con un brusco empujón, coge un
mosquetón y se lo tira.
Toni.
¡Toma! ¡Te han convertido en un
miserable! ¡Mátame! Si tienes huevos.
Martín lo coge asustado, no sabe que hacer, no sabe como cogerlo, lo
mueve y lo tira al suelo.
Martín.
¡Estas loco!
Toni.
Tú estás ciego, te ha cegado el
siroco, no te enteras de nada.
Martín, sollozando
¡Callaaa! ¡Gilipollas! ¡Eres un
grandísimo hijo de puta!
Toni le da la espalda, saca su cartera y coge una foto. Se vuelve y se
la da a Martín.
Toni.
Toma. Mi hermana. Yo también
tengo “mi bollete”
Martín la coge con rabia, la mira, la intenta romper, la rompe un poco, se sujeta, se queda mirándola. Mueve la cabeza y solloza. Toni sale del cuarto.
S-87. Patio del cuartel. Ext. Día.
Relevo de la guardia. Toque de subida de bandera.
Mientras
suena la música se ve como una bandera de España va subiendo por un
mástil hasta llegar a la cima. Los agentes de guardia salientes y los
entrantes están firmes ante el mástil.
Aparcado ante la verja del cuartel hay un Lanz Rover. Está muy
sucio y agujereado. La puerta trasera está abierta y rota (colgando).
Cruzan el patio agentes de la policía, van en pantalón corto y llevan
una toalla al cuello, miran al coche de reojo y siguen hacia los
servicios.
S-88. Centinela en el puesto de vigilancia. Ext. Noche.
Es
noche estrellada. Las luces del cuartel y el resplandor de las
estrellas se reflejan en la bahía de Villa Cisneros. Desde la puerta de
la tapia del cuartel nos vamos adentrando en sus aguas tranquilas. A lo
lejos se divisa un pueblecito amurallado. En un extremo hay una torreta
donde se ve la silueta de un centinela. Está en un saliente de un
recinto amurallado desde donde se controla la entrada en la bahía de
Villa Cisneros. Es Argud un pueblito con poca gente pero con
destacamentos de todos los cuerpos militares. El centinela está
cubierto con un capote y una capucha para protegerse del frío. Es de
noche, hace un frío húmedo que llega hasta los huesos. Se ve su figura
a contra luz. Se quita el mosquetón del hombro y se lo coloca apoyado
en la trincha, el cañón debajo de la barbilla, el gatillo a la altura
de la cintura cogido con las dos manos…las estrellas se reflejan en las
aguas serenas…suena un disparo seco que retumba en la bahía y rompe el
silencio de la noche.
El soldado se derrumba.
S-89. Calle de Villa Cisneros. Ext. Tarde.
Toni camina por la calle principal de Villa Cisneros.
Paso firme, cara seria, saharahuis que se cruzan en su camino, coches
que circulan por la avenida, suena un claxon, es un coche que pita a un
saharaui que cruza la calle con tres cabras.
Voz en of de Toni.
Aargud 9-8-74
Querido amigo Toni: Espero que por ahí no estéis tan locos como
por aquí. En una semana han caído tres. Se han dado un tiro en la
garita mientras hacían la guardia. Esta mañana ha habido fiambre, nos
dijo el sargento. Uno menos...
Saludos. Jose
S-90. Bazar Tokio. Int. Tarde.
Morgan enfoca con una cámara de
fotos a Toni que entra por la puerta del Bazar. Desde el punto de
mira de la cámara se ve a Toni que hace gestos con la mano negándose a
ser fotografiado.
Toni
¡No! ¡Nooo!
En ese momento Morgan dispara la foto
Morgan
De recuerdo. Es tu Yasika.
Toni
¿Mi Yasika?
Morgan
Me dijiste que tenías veinte mil pelas para gastarte. ¿no?
Toni
Sí, pero…
Morgan
Quieres más… ¿Una super-8 como ésta y un proyector como éste?
Toni.
Pero… aún no me ha llegado el giro.
Morgan.
Es igual, si te vas sin pagar voy a buscarte.
Toni
No seas gilipollas pero ¿Tengo para todo?
Morgan.
Huff… veinte mil pelas son muchas pelas. Pero hoy te llevas la Yasika y otro día el resto.
Se saludan chocando las manos a la altura de la cabeza, la idea surge de Morgan.
Morgan
Jandulila.
Toni
Jandulila
Morgan
Vete pronto.
Se agarran las manos entrecruzando sus dedos. Se acercan sus caras. Se
aprietan. Sus puños cerrados y sus músculos tensos dibujan el símbolo
del PC. Sus caras reflejan la preocupación, los ojos de Toni se
humedecen. Morgan se da cuenta y le da con la otra mano un cachete en
la mejilla. Reaccionan los dos.
S-91. Playa sucia con barcas. Ext. Día.
Toni, con un pantalón
corto y un bolso militar, y Sara, con una falda corta y una blusa
desabrochada y anudada a la cintura enseñando un sujetador rojo, pasean
por la playa de Villa Cisneros. Es el principio de la playa, hay barcas
pequeñas y niños desnudos que corren y juegan. Toni les enseña una
moneda y les llama.
Toni.
¡Hagia! ¡hagia!
Los niños
miran a Toni. Ven la moneda que les ofrece y se acercan a él, le
rodean. Toni enseña una moneda de cinco pesetas, se lleva las dos manos
atrás, después se las ofrece cerradas pidiéndoles que le den en una.
Toni.
¿Dónde está?
Un niño da en una
mano. Toni la abre y aparece la moneda que le da al niño. Sara se suma
al juego. Los niños se reparten. Ambos repiten la operación con el
resto de los niños hasta que todos aciertan. Toni y Sara siempre tiene
dos monedas, una en cada mano. Cuando han dado una moneda a cada
niño, se van.
Toni
Salam malicum. Adiós.
Sara.
Salam malicum. Adiós.
Los niños les siguen rodeando, quieren más, les hablan en árabe. Toni y
Sara se van alejando con las manos en alto indicando que no tienen más.
Toni.
Mañana más.
S-92. Playa limpia de Villa Cisneros.
Toni y Sara pasean por
una playa larga, limpia y tranquila. Van cogidos de la mano, están
solos. Se quitan la ropa y se quedan en bañador. Se tumban al sol, Toni
intenta besar a Sara. Sara se aparta. Está triste.
Toni.
¿Qué te pasa?.
Sara.
No se.
Toni.
Hoy tiene que ser un día bonito.
Sara.
Te marchas
Toni.
Eso me halaga
Sara.
¿Por qué?
Toni
Sí estas triste porque me voy es que dejó una huella en tu vida.
Sara.
No quiero sólo una huella.
Toni.
Siempre estarás en mis pensamientos.
Sara.
¡Ojala fuéramos libres como los pensamientos!
Toni.
Juguemos.
Sara.
¿A qué?
Toni.
A ser libres… como nuestros pensamientos.
Sara, cogiéndole de la mano y metiéndole en el agua
Juguemos a bañarnos.
Toni, quitándole el sujetador del bikini.
Desnudos.
Toni y Sara se bañan en las aguas tranquilas y limpias de la bahía. Juegan. Se acarician se besan. Hacen el amor en el agua.