S-66. Barracón. Int. Día.
Toni entra en el barracón de dormir. Todas las camas menos las del turno de noche están recogidas. El colchón, las sabanas y las mantas recogidas en la cabecera encima de la almohada. El jergón descubierto. Las camas de los agentes del turno de noche están extendidas. Toni tira el capote y se deja caer en la suya.

S-67. Zoco de Villa Cisneros. Ext. Tarde.
Toni y varios compañeros pasean por el Zoco de Villa Cisneros. Es la zona de bazares y tiendas. Toni saluda a Morgan que está a la puerta de su bazar chocando las manos. Siguen andando y observando los puestos de los senegaleses que están en la acera. Observan los elefantes, las gacelas, los cuernos de marfil, las figuras de negros, los collares, los tapices…

Senegalés.
¡Barato! ¡Barato!
Martín, cogiendo un cuerno
Barato ¿cuánto?
Senegalés.
Dos mil
Martín.
No barato. Mu caro.
Senegalés.
Cuanto. Cuanto, tú.
Quinientas.
Senegalés.
Oh, tu broma.
Martín.
No broma, adiós.

68. Calles de Villa Cisneros. Ext. Noche.
Toni y su compañero caminan por una calle oscura y desierta.

Saharaui.
Quieto, escucha.
Los dos compañeros observan con atención el fondo de la calle. Es de noche, se oye un ruido muy suave. Entre la oscuridad de la noche se va divisando un coche un coche con las luces apagadas y marchando muy despacio.

Toni.
Ahí está.
Saharaui
Viene a jodernos.
Toni.
Tranquilo. Le damos el alto. Camina dos metros detrás y con el mosquetón en prevengan.
El coche se va acercando lentamente.
Toni.
¡Alto! ¡Santo y seña!
El coche sigue avanzando.
Toni, gritando
¡Alto o disparo! Santo y seña.
El coche se acerca. Esta a unos cinco metros.
Toni, grita por tercera vez, al tiempo corre el cerrojo y se sitúa en posición de disparo.

¡Alto o disparo! ¡SANTO Y SEÑA!
El coche no se para, Toni dispara al aire, vuelve a correr el cerrojo, el coche está a unos dos metros, apunta al conductor.

Toni.
¡SANTO Y SEÑA!
El coche se para y enciende las luces
Teniente, diciendo la contraseña con mala leche.
¡Nécora!... ¡antes omega!
Toni, cuadrándose ante el Teniente.
A su órdenes mi Teniente. Sin novedad en el servicio.
Teniente.
¿Qué hostias pasa?
¿No me conoces?
Toni.
Sin luz, nadie le puede reconocer
Teniente.
¿Habrías disparado?
Toni.
Habría cumplido las órdenes, mi Teniente.
En la acera de enfrente, unos metros más atrás, está el agente saharaui, tiene el mosquetón apuntando. El Teniente le mira, el saharaui se pone firme.

Teniente.
Continúen con el servicio.
El coche del Teniente se aleja. Vuelve a apagar las luces y sigue recorriendo despacio las calles de Villa Cisneros.

 

S-69. Oficina y despacho del capitán. Int. Tarde.
Toni sigue al machaca que llama a la puerta de un despacho.
Machaca
Mi capitán, el cabo a quien me había mandado llamar.
Capitán.
Que pase.
El Capitán está sentado en su despacho, con una lupa observa un sello de Franco. Habla a Toni sin levantar la mirada.

Toni.
A sus órdenes mi capitán.
Capitán.
Usted es maestro ¿no?
Toni.
Sí, mi capitán.
Capitán.
Desde esta tarde va a ir todos los días de cinco a siete a dar una clase particular a esta dirección.
El Capitán sin levantar la cabeza da a Toni una tarjeta.
 Capitán.
Tome. Son los hijos de un ingeniero que trabaja en FOSBUCRA.
Toni, cogiendo la tarjeta.
A sus órdenes mi Capitán. ¿Ordena alguna cosa más, mi Capitán?
Capitán.
No. Puede retirarse.
Toni.
A sus órdenes mi Capitán.
Capitán, sin levantar la cabeza
¡Cabo!
Toni.
Sí, mi capitán.
Capitán.
El Brigada le dirá cuales son sus nuevos servicios.
Toni.
A sus órdenes, mi Capitán.
Toni sale del despacho del Capitán y se cruza con el machaca. 
Machaca.
Lo hay que mojar.
Toni.
¿El qué?
Machaca.
Los galones, ¡coño!
Toni.
Los cojones.