Carta  18
            A Alicia

            Gracias por tu carta. Tu sinceridad me contagia, me obliga a corresponderte en los mismos términos, a decirte que tu carta bien pudiera ser mía, que los silencios en nuestro breve encuentro fueron compartidos; no del uno o del otro, sino de los dos; que la falta de valor para hacer frente a una sociedad rígida fue mutuo; que la sensación rara de nuestro encuentro yo también la noté; que a mí también me hubiese gustado saborear contigo paseos y bailes.
            Aciertas cuando dices que estamos acostumbrados a comunicarnos por carta y que quizá por eso no supimos hacerlo de palabra, cara a cara, en persona. Nos conocemos las almas, pero nos extrañamos los cuerpos. Nuestra imagen no se correspondió con la soñada, nuestros cuerpos no eran los mismos que habíamos imaginado por las fotografías. Por eso quizá no brotó el amor en nosotros. Nuestra falta de valor para arrastrar una pasión por el pueblo, por la playa o el monte, indiferentes al qué dirán de las gentes, puede ser simplemente debido a que no apareció la chispa que transforma el amor en pasión.
            No brotó la pasión en nosotros, posiblemente no brotará nunca. Es cierto que no pusimos los escenarios adecuados, o no buscamos los lugares idóneos, pero cuando el amor llega no tiene que estar condicionado a lugares, a situaciones, o a aciertos en nuestras formas de comportamiento.
Mantenemos la amistad, una amistad sobre la que debemos reflexionar una vez desvelados los sueños, reflexionar sobre una amistad sin más, sin pretensiones de transformarla en amor y pasión. Una amistad que aporta grandes sensaciones a una etapa importante de nuestras vidas, que nos enseñó a respetar y querer a las personas del sexo opuesto, que nos ha ayudado a madurar en nuestros sentimientos, en nuestras sensaciones, en nuestra vida.
            Tus sensaciones de amor, las que dices te hubiese gustado disfrutar conmigo subiendo al castillo, las has descubierto. Lo importante es eso, que de nuestra amistad, de nuestras comunicaciones por carta, han nacido en ti unos sentimientos que estarán esperando el momento de encontrarse con alguien. Entonces, no encontrarás obstáculos, tendrás valor y no desaprovecharás el momento. El amor está dentro de ti esperando a que llegue ese instante en el que no se podrá ni reprimir ni aplazar.
            Te seguiré escribiendo con la esperanza de que las frases y las letras nos ayuden a madurar los sentimientos.
                                   Besos