Carta  76

            De casa

 

            ¡Hola! ¿Qué tal?

            Dirás que nos retrasamos un poco, pero la verdad es que esta vez ha sido intencionadamente. Hemos estado esperando que nos llegase la colcha para comunicártelo y hasta hoy no la hemos recibido. Ya puedes estar tranquilo, todo lo que has enviado se encuentra en su destino. Llegaron los relojes de la tía Agustina y de la Agusti, nos han dicho que ya te han escrito con el acuse de recibo. También llegó el de Marijose. Así que sólo faltas tú, ya puedes darte prisa, porque te estamos esperando.

            Nos ha gustado todo mucho. A quien más ilusión ha hecho la colcaha ha sido a madre, ya sabes las ganas que tiene de presumir de que su hijo no se olvida de ella ni desde África. Los relojes también han gustado mucho, no hacemos más que recibir agradecimientos para que te los transmitamos por carta, así que, te los mandamos.

            Como te falta poco tiempo para regresar, te voy a poner al día de las faenas del campo. Seguro que después de tanto tiempo lo necesitarás:

            Recogida de hierba:

            Tarea terminada. Ayer recogimos las alpacas de la alfalfa de las tierras del río y del linar de Santiuste. La cosecha ha sido discreta, hay división de opiniones, padre dice que han tenido pocas, tu hermana y yo que han sido muchas. Te lo detallo para tu contabilidad:

            El de las Cuatro Callejas, noventa y seis; el de la Nava Arriba, doscientas sesenta y siete; los Campillos, doscientas cuarenta; el Alto las Eras, treinta y dos; la cerca Socarrera, noventa; las tierras de las alfalfas, ciento venticuatro en el primer corte y noventa y tres el segundo; el Linar de Santiuste, cincuenta y cuarenta y tres en cada corte respectivamente, y las Erias, ciento noventa y cuatro.

            Cosecha de cereales:

            Este año sólo tenemos dos tierras de trigo en el río, todavía no está seco del todo, para la semana próxima, que vendrán los tíos con el coche, tenemos pensado bajar a segarlas. Padre ha dicho que es el último año que siembra, vas a tener suerte y no vas a volver a segar.

            Hortalizas:

            La semana pasada cavamos las patatas y las berzas, van muy buenas, cuando vengas te las daremos a probar.

            Para darte envidia:

            Como remate de la recogida de la hierba hemos tenido comida especial con Victoriano como invitado: patatas con carne, filete de cordero, fruta, helado, café, copa y puro.

            No te cuento más, dejo que siga Isa que quiere contarte cómo se le presenta el verano de ligues.

 

            ¿Qué tal hermano?

            Yo perfectamente, pero junto con la Mary tengo unas culeras que no puedo con ellas. Hacía mucho tiempo que no montábamos en burra y ayer tuvimos ración doble, bajamos por la mañana hasta el río y por la tarde hasta el linar de Santiuste. Al final terminamos andando y llevando a la  bucha del ramal por no querer ir montadas.

           

            Las fiestas este año se presentan muy interesantes, como hemos terminado la hierba y no tenemos apenas trigo que segar, las tareas de la era serán pocas y las previsiones de aumentar nuestras buenas relaciones, muchas. Para el día de Santiago ya tengo hechos los planes en Matabuena. Hemos quedado en juntarnos en casa de Piedad todas las amigas del curso y hemos ¡apalabrado un autobús lleno de apuestos muchachos! que están dispuestos a ir desde Segovia sólo por cortejarnos. A ver si te das prisa y llegas a tiempo de apuntarte a alguna, aunque seguro que vienes muy desentrenado.

            Padre te está preparando una sorpresa, tiene cuatro patas y un rabo, asado está muy rico y en las parrillas también; antes de estar asado bala, pero no te podemos decir qué es, porque quiere que sea una sorpresa.

 

            Querido hijo:

                        Como ya te cuentan todo lo que pasa por aquí, sólo unas letras pues ya va siendo tarde y mañana hay que madrugar. La colcha es preciosa, no te hemos escrito antes esperando que llegase, pues, como en la anterior te decíamos que aún no había llegado, pensábamos que estarías intranquilo. A ver si podemos ir después de Santiago a Segovia y te mandamos dinero y un paquete, que ahora nos hemos descuidado con la tarea de la hierba.

            Bueno, nada más, me despido, que ya estamos contando los días esperando que vuelvas.

                                   Muchos besos y abrazos

 

 

 

            Querido hijo:

                        Sólo cuatro letras deseando te encuentres bien, nosotros bien, gracias a Dios. Como ya te cuentan todo, sólo decirte que la semana que viene iremos a Segovia y te mandaremos las diez mil pesetas que dices que necesitas para hacer las compras, que nos ha abultado un poco mucho, pero si lo necesitas haremos un sacrificio y te lo mandaremos. Sin más recibe un fuerte abrazo.