Carta 40
De
Isa
La
fiesta
Querido
hermano:
Ya estoy en Segovia, empezamos las
clases el lunes pasado y éste ya hemos tenido un examen de inglés que no me ha
salido muy bien, pues yo llegué con la resaca de la fiesta, y ya te puedes
imaginar.
La fiesta ha estado bastante bien,
aunque se ha notado tu ausencia, en casa
nos juntamos dieciséis a comer. Hubo baile viernes, sábado y domingo, y
Yo he estado cada día con uno, menos
el sábado que estuve con dos. Pero a ratos, un rato con uno y otro con otro, no
pienses mal. El domingo estuve con uno de los del sábado.
¡Ah!,
El sábado de la fiesta hubo un
accidente sobre la una y media de la mañana cerca de la ermita de San Roque.
Chocó un Land-Rover de Requijada con un seiscientos de
Como ya nos has mandado la foto, no
puedo por menos que comentarte algo. La verdad, sí que te has hecho desear. En
la foto no estás mal, lo único los pantalones, que parece te están un poco
anchos y un poco torcidos, no se sabe si son los pantalones o son tus piernas.
Bueno, tus piernas y el resto de tu cuerpo de cintura para abajo, parece que
los llenas poco, debes comer un poco más. La taleguilla tampoco la llenas
mucho, no sé si porque tienes mucho desgaste o por las pastillas que dicen que
os dan. Por lo demás, es decir, de
cintura para arriba, estás bien, te ríes, pero no sé si es por el corte de
pelo, tan igualado por todos los lados, o por la camisa que también te está un
poco grande, sobre todo de cuello, se te nota un poco estirado, como si no te
llegase el sueldo hasta final de mes. Si es así, avísanos, que nosotras
ahorraremos un poco de las propinillas para mandarte algo.
Ahora que tú por fin nos has mandado
tu foto, yo voy a hacerme una para que presumas ante tus compañeros. Así podrás
comprobar cómo me ha crecido el pelo y la melena tan bonita que tengo, también
comprobarás cómo me han crecido otras cosas, estoy hablando de cintura para
arriba, y te darás cuenta de lo bien que lleno yo la ropa.
Por ser bueno, te contaré nuestro
secreto, el misterio del que te hablaba en anteriores cartas, la sorpresa del
¡PUM! ¡PUM! ¡PUM!
Haciendo limpieza en el sobrao hemos encontrado un colt de dos cañones de veinte por
veinte, que dispara y todo, y nos lo disputamos tu hermana y yo para
llevárnoslo a las fiestas por si nos atacan los bandidos. También lo usamos
cuando llevamos las vacas a los prados: así somos vaqueras perfectas.
Escríbeme una carta larga aunque
tengas que llenármela de chistes y cuéntame quién es ese Rivadulla el pastillero y en qué consiste lo de esta noche toca pastilla.
A ver si dejas de ligar y cuando
vuelvas se te ha olvidado. Yo me entretengo con mis asuntillos, pero no te los
puedo contar porque son para menores de dieciocho años.
Como no se me ocurre nada más te
decoraré la carta con corazoncitos, casitas, florecitas, flechitas, etc.
Te darás cuenta de lo bien que me
encuentro de ánimos a pesar de estar comenzando el curso. Hay que empezar con
alegría. Tú, ¿qué tal los tienes? Me imagino que no los tendrás muy bajos pues
recibirás un montón de cartas todos los días y te los subirán, aunque la que
más ánimos te infundirá será la de...
Bueno, no te cuento más porque soy estudiante
y me cuesta el papel y la tinta. Y tú no me contestes con que eres recluta y se
te gasta el boli.