Carta  26
            De casa

            Hoy hemos recibido tu carta, creo te imaginarás cómo estamos de contentas, no he querido esperar e inmediatamente me he puesto a escribirte para no perder la costumbre y ganar en esa pelea por escribir la primera.
            Comenzaré recordándote el programa de festejos, pues has de saber que ya hemos barrido la era y que nos disponemos a terminar el mes de agosto sin perdernos ninguna fiesta.
            Las que han pasado han sido las de Santiuste y las de La Granja. En Santiuste no había mucho donde elegir, así que elegimos chocolatada y nos olvidamos de los ligues. En La Granja fue distinto, allí sí había animación y cada una iba buscando lo suyo. Yo no te voy a contar nada de lo mío, pero sí te diré que la Mari se arrimó a la pandilla de Mariano, el hijo del amigo de padre de Valsaín, que iba con una amiga y algunos amigos y se pasaron la noche de peña en peña. Lo demás que te lo cuente ella. Bueno, de lo mío te contaré sólo que el toro de fuego no me pilló, que corrí un montón y que me mantuve lo más alejada posible de los cuernos, ya sabes, los cuernos cuanto más lejos mejor y si, como en este caso, huele a cuerno quemao, pues aún más lejos.
            Las próximas que están en el programa son las de Torrecaballeros y las de Pedraza. Te daré minuciosos detalles de lo que hace tu otra hermana, de lo mío ni hablar.
            Te he dicho que hemos terminado todas las tareas de la era, el final fue llenar las pajeras. Hemos tenido, como siempre, que hacer tu parte, y nos hemos acordado, también como siempre, de lo bien que nos habría venido una manita tuya, sobre todo con la paja de algarrobas que compramos al tío Andrés y que soltaba un polvo que no se nos ha ido todavía de las gargantas.
            También hemos hecho limpieza en casa, bueno en el sobrao, hemos encontrado un arca que vamos a poner en la sala y unos estribos que no sabemos dónde colgar. ¡Ah! cuando vengas te daré una sorpresa: ¡PUM ! ¡PUM! ¡PUM!
            Ya hemos empezado a estudiar, no te preocupes, este año tenemos pocas asignaturas para septiembre.

            Querido hijo:
                        Como ya te cuenta Isa todo lo referente a las tareas de la era y a lo mucho que se divierten en las fiestas, yo casi no sé qué contarte. Sólo las preocupaciones que nos hacen pasar por las noches, que eso no te lo cuentan,  se hacen las tres de la mañana y sin llegar a casa, y nosotros, aunque estamos en la cama, no podemos pegar un ojo hasta que oímos que llegan y atrancan las puertas. Que ellas se lo pasarán bien pero nosotros estamos siempre en vilo.
            Aquí seguimos con un calor sofocante y deseando que llueva para que se arreglen las berzas y aumente los nabos. Lo único que aumenta ahora es la familia de los cerdos pues, ayer una de las dos que faltaban por parir parió doce, y hasta ahora no ha aplastado a ninguno, así que casi no sabemos dónde meterlos.             También parió la Elena, una chota muy guapa, y da bastante leche, pero en este tiempo se necesita verde y no hay por ninguna parte, estamos pendientes de que aumente la alfalfa del linar de Santiuste para segarla y traérsela a las vacas en verde.
            La Toñi y Jesús se fueron a Madrid ayer y nos dijeron que te mandásemos recuerdos, hemos estado con ellos y con los tíos en las fiestas. La tía Agustina nos dice que a ver si le escribes alguna carta, que les habías dicho que les ibas a escribir y todavía no lo has hecho. La María de la señora Gabriela dice que una compañera suya también tiene un hijo en África y que también es estudiao, a ver si te haces amigo de alguien de por aquí. También a uno de Damián le ha tocado ir para allá y creo que se va en octubre. Bueno, dejaremos otro poco para otro día y para Mari y padre. Hasta la tuya, con muchos besos y abrazos, tu madre.

            Querido hermano:
                        Como ya te han escrito madre e Isa casi te han contado todo lo que pasa por aquí. Esto ya se va quedando sin gente, como todos los años al finalizar agosto, comienza la gente a desfilar y aquí sólo nos quedamos las estudiantas rezagadas.
            El lunes se fue Fonsi a Zaragoza, que ha empezado a trabajar con los hijos de la tía Manuela.
            A las fiestas de La Granja fuimos toda la juventud del pueblo. Aunque es un pueblo muy grande y había mucha gente, yo no vi tanta animación como la que te cuenta Isa. Sí me encontré con Mariano el de Valsaín que estaba con una amiga y unos amigos y estuvimos tomando unos vinos, pero luego volví con las chicas del pueblo. Lo que más me gustó fueron los fuegos artificiales.
            Julio y su hermana no han estado este verano por aquí, así que no los he visto y no les he podido pedir sus señas, ya se las pediré a Elena y te las enviaré.
                                                                                  Besos

            Querido hijo:
                        Nos alegramos que al recibir estas cuatro letras te encuentres bien. Yo acabo de llegar del molino de moler toda la cosecha que hemos cogido: veintiocho fanegas entre cebada y trigo. Así que como ya te cuentan todo lo que hay por aquí...

            Padre no tiene tiempo de terminar porque ha llegado el señor Nicolás a traernos pienso y están haciendo las cuentas. Te manda besos y el señor Nicolás te manda recuerdos.