A propósito de los procesos congresuales:Las personas

 

Antonio García

 

ESTAMOS mal   acos-

tumbrados,   se   nos   ha

enseñado  mal  la  historia,

nos  la  han  contado  desde

protagonistas   individua-

les: el rey, el presidente, el

héroe,  el  general...,  casi

siempre  el  hombre.  Pocas

mujeres  aparecen  en  los

libros  de  historia  como  protagonistas

de  la  misma,  siendo  ellas  mayoría.

Quizá  lo  que  tengamos  que  destacar

como  prioritario  cuando  hablamos  de

nuestro sindicato y de su historia, sea su

carácter colectivo, para un sindicato, de

cualquier  tipo,  los  protagonistas  siem-

pre  son  las  personas.  Un  sindicato  es

siempre una historia colectiva. Personas

que  se  unen  para  defender  mejor  sus

intereses.  Sin  la  colectividad:  en  la

asamblea, en el piquete, en el congreso,

en  la  manifestación,  en  la  huelga...,  el

sindicato no existe.

De  esta  primera  reflexión  quizá

podríamos sacar la conclusión de que el

sindicalismo va siempre unido a la liber-

tad.  Los  sindicatos  impuestos  desde  el

poder, sindicalismo vertical, no son sin-

dicatos.  Una  persona  elegida  a  dedo

desde el poder para la representación de

intereses  colectivos  es  la  negación  del

sindicalismo. “La acción de las comisio-

nes obreras, con minúscula, comenzó a

mediados de los años cincuenta en algu-

nas empresas del país. Era una etapa en

la que, dadas las condiciones políticas y

sociales  de  la  dictadura  franquista,

resultaba  vano  intentar  reconstruir  las

organizaciones sindicales de la Segunda

República,  prácticamente  destruidas  al

término de la guerra civil”.

Historia  de  un  compromiso,  histo-

ria  colectiva.  Y  allí  nos  quieren  llevar

otra vez con los recortes y el acoso a la

libertad sindical. En estos momentos de

procesos congresuales, las personas con

su  militancia  deben  de  ser  las  protago-

nistas del futuro de CCOO.